Mente durante la hora de comer: una investigación revela cómo el cerebro establece el reloj de la cena de su cuerpo
La ciencia está aprendiendo cómo superar nuestros instintos viscerales. (Ilustración de Emily Faith Morgan, Comunicaciones Universitarias)
Cuándo comes es tan importante como lo que comes.
Muchas personas consumen su comida más importante del día en la cena, cuando ya ha oscurecido y están descansando. Pero la ciencia ha demostrado que es más saludable comer comidas más abundantes mientras brilla el sol y el cuerpo está activo.
Investigadores de la Universidad de Virginia revelaron el viernes el primer paso para engañar a nuestro cerebro para que toque la campana de la cena más temprano. Se basa en el descubrimiento de un grupo de neuronas sintonizadas con los ritmos naturales de nuestro cuerpo, que indican el hambre.
La investigación, publicada en Science Advances, se llevó a cabo en el laboratorio del profesor asociado de biología Ali Deniz Güler.
Qijun Tang, primer autor del estudio y estudiante de posgrado en el laboratorio de Güler que encabezó el trabajo, respondió a las preguntas de UVA Today sobre la investigación mente-intestino y cómo la ciencia pretende reconfigurar la conexión para nuestro beneficio.
P. ¿Qué se propuso encontrar su investigación?
R. Las personas que tienen horarios de comida constantes (por ejemplo, cenan a las 6 p. m. todos los días) pueden notar que sienten hambre a la hora de cenar, independientemente de cuándo comieron por última vez. Al igual que los humanos, esto también ocurre con muchos animales. Si tienes mascotas, es posible que hayas notado esto en su comportamiento. Comenzarán a moverse con anticipación antes de la hora de comer, generalmente cerca de donde comen normalmente, incluso si tomaron un refrigerio tarde. Cómo el cerebro anticipa la hora de comer ha sido un misterio para los científicos durante más de un siglo. Nuestra investigación se centró en responder a esta pregunta.
P. ¿Por qué es tan importante cuándo comemos?
R. Nuestros cuerpos han desarrollado un sistema de reloj biológico a través de la evolución para rastrear efectivamente los eventos rítmicos en nuestro entorno. Este sistema garantiza que se produzcan respuestas fisiológicas y de comportamiento adecuadas en los momentos óptimos del día. Esta es una adaptación crucial para la supervivencia de todos los organismos. Sin embargo, las exigencias de la vida moderna han alterado la sincronía entre nuestros relojes biológicos y nuestros patrones de comportamiento. Este tema ha cobrado mucha atención en las últimas dos décadas debido a los efectos adversos que tiene sobre nuestra salud, como la obesidad, la mala calidad del sueño, etc.
Ha surgido un conjunto sustancial de evidencia que destaca un vínculo pronunciado entre esta alteración y la aparición de enfermedades potencialmente mortales, desde afecciones metabólicas hasta cáncer y enfermedad de Alzheimer.
A su vez, numerosos estudios han demostrado que mantener la alineación con nuestro reloj interno, como restringir las comidas a las horas del día, produce importantes beneficios para la salud. Estos hallazgos se han observado consistentemente en ensayos con animales y humanos.
P. ¿Cuál fue su enfoque de la investigación?
R. Utilizamos una combinación de herramientas de neurobiología de última generación para registrar y modular neuronas en el cerebro de ratones que se comportaban libremente. Pudimos descubrir cómo actúan neuronas específicas del cerebro antes de una comida y cómo la modulación de la actividad de estas neuronas inhibe la capacidad de los ratones para anticipar la hora de las comidas.
P. ¿Qué descubriste?
R. Descubrimos que este grupo específico de neuronas en el cerebro informa al reloj circadiano neuronal sobre el momento de disponibilidad de alimentos, lo que a cambio prepara al cuerpo para el consumo de alimentos.
P. ¿Qué sigue para la investigación?
R. Las neuronas que identificamos y que anticipan una comida se encuentran en una región del cerebro llamada hipotálamo dorsomedial, que es conocida por su capacidad para controlar el metabolismo, entre otras cosas. Estas neuronas son capaces de detectar hormonas metabólicamente relevantes, como la leptina, lo que las convierte en las neuronas ideales para integrar información, que luego pueden informar los relojes circadianos de nuestro cuerpo.
Tang y sus colegas realizaron la investigación en el laboratorio del biólogo Ali Deniz Güler. (Foto de Dan Addison, Comunicaciones Universitarias)
El trabajo futuro centrado en estas neuronas específicas que identificamos aquí nos permitirá desarrollar mejores estrategias para prevenir desalineaciones circadianas que contribuyen a enfermedades devastadoras.
P. ¿Algo más que nuestros lectores deban saber?
R. Los relojes biológicos pueden marcar la hora, pero deben estar sincronizados con una rutina. Dormir y despertarse a horas constantes y mantener un buen horario de comidas son algunas de las mejores formas no invasivas de tener una buena higiene circadiana. A cambio, esto reducirá las consecuencias dañinas de nuestros estilos de vida modernos, plagados de iluminación artificial prolongada y alimentos de fácil acceso.
Los investigadores Brandon Podyma, que fue estudiante del Programa de formación de científicos médicos, y la estudiante de posgrado Elizabeth Godschall son los primeros autores adicionales del estudio. Este trabajo fue apoyado por múltiples subvenciones, incluidos premios de los Institutos Nacionales de Salud y el Camino para detener la diabetes de la Asociación Estadounidense de Diabetes.
Eric Williamson
Noticias Universitarias Asociado Senior Comunicaciones Universitarias
[email protected] (434) 924-1321
31 de agosto de 2023
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